UNIVERSIDAD CAMPESINA DE VENEZUELA "ARGIMIRO GABALDÓN" - EJE PARAGUANÁ
La universidad asume un modelo de gestión de educación popular basado en el principio de la democracia participativa y protagónica, para contribuir con la construcción del estado de derecho y de justicia plasmado en la Constitución, en el marco de nuestra competencia educativa. Este modelo de gestión debe romper con el carácter de claustro universitario, que estableció el compartimiento de los saberes para garantizar la división social y técnica del trabajo y la dominación de unos sobre otros, con el cual es casi imposible que se concreten opciones académicas que permitan el encuentro y el diálogo de saberes. En consecuencia, es este, una manera de gestionar la formación universitaria, partiendo, desde su inicio, por implementar nuevas relaciones sociales que impacten en el modo de conocer, formar, investigar, crear, administrar y producir.
En este sentido, es fundamental generar formas alternativas de carácter socialista para una gestión basada en la cultura del trabajo compartido y emancipado, en la cooperación solidaria y sobre todo en la cosmovisión campesina, superando en lo académico y en lo administrativo la reproducción de la visión capitalista que crea la división campo-ciudad. Se debe entonces privilegiar el modo de vida campesina y comunal, hasta en la manera cómo se gobierna colectivamente la universidad. Comprendiendo que se trata de un proyecto con incidencia directamente en el modelo de gestión económica productiva, y por ende, contribuye al logro de la seguridad y soberanía agroalimentaria.
Este modelo de gestión permite la integralidad y la concurrencia académica y pedagógica para desarticular el compartimiento y la hiperespecialización de los conocimientos impuesta por los modelos tecnocráticos de la educación burguesa.
En virtud de ello, el propósito es hacer de la educación un continuo humano en el cual la edad es un requisito menos restrictivo, tanto para el ingreso como para las aspiraciones de recibir y compartir una educación emancipadora, científica y popular, esto en razón de saldar la gran deuda social con nuestro campesinado y las particularidades presentes en el campo venezolano.
Nuestro modelo de gestión se distancia a la propuesta de la revolución verde desarrollada desde la educación tradicional, en la que se irrespeta y no es aceptada las formas ancestrales del pueblo en la producción de alimentos. Enfatiza en la salud que proporcionan los alimentos cultivados en forma agroecológica, ancestral o indocampesina, anteponiendo el valor social de los alimentos a la cualidad que le otorga la economía de mercado como una simple mercancía, jerarquizando la protección de la vida campesina, de todas las especies, las semillas, suelos y aguas.
